Galerias, orificios...

Son pequeños agujeros de unos pocos milímetros producidos por insectos. Los insectos pueden ser de ciclos del larvas (como la polilla o la carcoma) o sociales (como las termitas), y se alimentan de madera. Atacan al árbol vivo en el bosque, así como a la madera almacenada y a la instalada en obra.

Los insectos más perjudiciales a la madera (xilófagos) son los siguientes:

COLEOPTEROS

Son insectos de ciclo larvario (puesta, larva, pupa e imago) que se caracterizan porque en la fase larvaria se alimentan de madera. El ciclo comienza con la puesta de huevos en grietas u otros defectos, el posterior desarrollo de las larvas en el interior de la madera hasta completar su ciclo, y la salida al exterior del insecto perfecto o imago, practicando un orificio, que procurará el apareamiento que se traducirá en una nueva puesta de huevos , otra vez en la madera.

Los coleópteros xilófagos más importantes en cuanto a lo que nos ocupa, son los siguientes:

Líctidos ( Polillas )

Estos insectos se caracterizan porque las larvas se alimentan del almidón contenido en la pared celular, para lo cual practican galerías de alrededor de 1 mm de diámetro, destruyendo la madera, y dejando tras de sí un serrín muy fino.

Por lo general son de ciclo anual, salvo en zonas de climatología muy benigna, en las que pueden darse dos ciclos al año.

Las características que deben presentar las maderas para ser objeto de ataque por estos xilófagos son, esencialemente, que la madera esté seca, que sea de frondosas de vasos grandes, y que posean un contenido en almidón relativamente grande ( > 1,5 % ). Esto hace que de las maderas españolas, sus ataques sean importantes sobre madera de roble, castaño, nogal, fresno y olmo.

Los ataques no producen grandes daños, salvo que se haya dejado actuar durante muchos años, lo que puede ocurrir, dado que las galerías son muy pequeñas, y la pérdida que se produce de madera es muy pequeña en porcentaje. No obstante, sus efectos se manifiestan muy rápidamente ( en el primer año después del ataque ).

Anóbidos ( Carcoma fina )

Estos insectos presentan un ciclo muy parecido a los anteriores, diferenciándose en que se alimentan de celulosa, tanto de coníferas como de frondosas, practicando galerías de unos 2 ó 3 mm de diámetro, dejando tras de sí un serrín un poco menos fino.

Atacan maderas con un cierto grado de humedad, por lo que es más frecuente su afección en zonas costeras u otras localizaciones que proporcionen un mínimo de grado de humedad a la madera.

Cerambícidos ( Carcoma gruesa )

Son insectos que, al igual que los anteriores, en fase larvaria atacan las maderas ( en España el Hylotrupes bajulus a las coníferas y Hesperophanes spp. a las frondosas ) , dejando orificios muy grandes de alrededor de 6 mm de diámetro, taponados con un serrín muy basto.

La salida del insecto adulto se caracteriza por tener forma elíptica de alrededor de 6 mm de diámetro mayor.

El ciclo de estos insectos es de varios años ( entre 3 - 11 ), lo que unido al diámetro de sus galerías, hace que los daños, antes de que se manifiesten los ataques, sean bastante importantes.